El rechinido de una puerta vieja llega a ser algo lúgubre y causar mucho miedo, sobre todo a altas horas de la noche. Pero también puede convertirse en una verdadera molestia. Incluso, de acuerdo con ciertos estudios pueden atraer preocupaciones y hasta ser generadores de habladurías o chismes. Ahora bien, la cuestión está en si debes cambiar la puerta o intentar eliminar ese ruido.
Resulta que solventarlo es bastante sencillo y te evitará hacer un gasto innecesario. En este post veremos qué técnicas y productos podemos utilizar a fin de eliminar ese ruido tedioso. Comencemos.
Lubricar con aceite
Una de las técnicas más utilizadas es la de usar aceite a fin de lubricar las bisagras de las puertas. Y es que esta es una de las mejores soluciones y de las más económicas que existen. El lubricante ideal es el de aerosol, pues cuenta con una pequeña pajita que te permitirá verter el líquido en las bisagras.
Al colocar el aceite se correrá hasta llegar hasta la parte más recóndita de la bisagra. No quedará ninguna parte sin lubricar. El aceite se encargará de eliminar cualquier suciedad y polvo que pueda haber, los cuales causan el rechinido de la puerta. Además, algunos de estos lubricantes son perfectos para evitar el óxido y la corrosión del acero.
En el mercado encontrarás distintas marcas que pueden servir de acuerdo a la necesidad que presente el usuario. Por otro lado, ¿Sabías que muchos utilizan el aceite de cocina? Sí, no importa si es de oliva o vegetal, la grasa que este genera funciona al igual que uno multiusos.
Aplicar cera en el eje de la bisagra
¿Sabías que existen lubricantes de cera? Pues sí, estos pueden ser perfectos para engrasar cualquier objeto, y eliminar los ruidos que estos producen. La aplicación de la cera permite que el objeto permanezca limpio, además de que lo protegen de la corrosión y el desgaste.
Además, la cera ayuda a que estos se deslicen suavemente, y con la fricción adecuada. Por otro lado, suele ser un producto económico. Otro tipo de cera que puedes utilizar es la de una vela de parafina, pues este es un producto que no daña al medio ambiente.
Debido a que la vela es seca, al utilizarla evitarás las manchas innecesarias y difíciles de quitar. Simplemente tienes que frotarla en la bisagra de las puertas, y cerrarla y abrir varias veces a fin de que esta se distribuya de forma igualitaria, poco a poco el ruido ira desapareciendo.
Usar polvo de grafito
Otro método utilizado es el del polvo de grafito, ya sea que lo consigas en una ferretería o lo tengas en un lápiz de grafito, esta es una de las soluciones más raras pero efectivas. Y es que, gracias a sus propiedades resistentes a los cambios exteriores, su durabilidad es mucho mayor.
Cuando tu aplicas este polvo o pasas un lápiz o mina por la bisagra, abres y cierras podrás notar que el ruido va desapareciendo, y esta quedará como nueva. Quizás pueda parecer una opción extraña, pero resulta ser bastante efectiva.
Utilizar lana de acero para eliminar la suciedad o el óxido
El polvo y la suciedad suele acumularse por montones sobre todo en esos entornos abiertos, y con el pasar del tiempo el óxido puede terminar cubriendo o manchando superficies u objetos. Por eso, es necesario realizar mantenimiento constante sino también para eliminar la suciedad.
Un utensilio de limpieza ideal para esta labor es la lana de acero. Entre sus muchos usos, se encuentra el de quitar las manchas y las marcas de óxido y desgaste. También podrás quitar esos ruidos que se producen por el óxido.
Solo tienes que pasar la lana de acero seca para quitar el exceso de óxido del objeto en cuestión, ya sea una puerta, una bisagra o cualquier cosa. Luego humedece la almohadilla y elimina esas líneas finas de corrosión. Esto es ideal para esos objetos de metal o acero.
Esta almohadilla de acero puede servir para repeler esos roedores molestos, eliminar marcas y manchas del piso, quitar las marcas de crayón e incluso limpiar zapatos. El instrumento de limpieza perfecto.
Otras formas utilizadas para eliminar el ruido de las bisagras de una puerta vieja
A fin de eliminar los ruidos tétricos de una bisagra existen otros métodos además del uso del aceite lubricante, la lana de acero y la cera, entre estos tenemos los siguientes:
Mantequilla. La grasa de la mantequilla permite que la puerta se deslice de forma suave al frotarla sobre la bisagra.
Vaselina. Esta crema grasosa quitará el ruido chirriante de las puertas
Jabón. Una barra puede servir como lubricante debido a que expulsa los aceites naturales que hacen que la bisagra chirríe.
Reparar el perno. Posiblemente el perno esté flojo, o se haya aislado y eso causa el ruido de la puerta. O puede ser que simplemente necesites enderezarlo para que quede recto.
Usar gasóleo. Este líquido eliminará la suciedad de las bisagras, al mismo tiempo que lo lubricará. Solo tienes que dejarlo en remojo durante unas horas, el resultado es que este ruido desaparecerá.
Crema de afeitar. Este método, aunque es poco convencional, quitará el ruido. Solo humedece las bisagras con la crema y listo.
Estos son solo algunos métodos que existen para mejorar el estado de las bisagras de la puerta. Si realizas alguno de estos de seguro ya tendrás que escuchar esos molestos y terroríficos, quedará como nuevo.