¿Cómo aliviar el ruido de las persianas?


Las persianas son una muy buena herramienta para proteger el hogar de las condiciones del exterior, como por ejemplo, las inclemencias del tiempo. Sea que se trate de altas o bajas temperaturas, las persianas actúan como un aislante muy eficaz. Sin embargo, estas pueden presentar algunos ruidos.

Vamos a mencionar en este artículo cuál es la solución para el ruido en las persianas. Además, repasaremos las fallas más frecuentes que presentan y la forma correcta de hacer el mantenimiento de ellas.

Sonido de persianas como chirrido

¿Cómo solucionar el ruido de las persianas?

Dado que los ruidos en las persianas son sinónimo de problemas, es importante saber cómo actuar al momento de detectar alguno de ellos. Vamos a comentar los dos más comunes, así como la solución.

Sonido como un chirrido

La presencia de un ruido como un chirrido aparecerá al momento de subir o bajar la persiana. La razón de este sonido molesto puede ser los muchos años de uso de la persiana, que le falte grasa en los lugares por donde pasan las guías, o incluso que el tamaño de ancho sea demasiado exacto y por eso no hay espacio para que la punta de las persianas suba con facilidad.

¿Cuál es la solución para este ruido? Hará falta algún tipo de aceite, puede ser de vehículo o incluso comestible. De este producto deberás colocar un poco en todas las guías. Y se puede dejar un tanto más en otras zonas, como el cajón por ejemplo. Eso evitará que al momento de hacer contacto, se vuelva a escuchar ese sonido desagradable.

Por cierto, con la finalidad de eliminar cualquier riesgo de que el ruido vuelva a aparecer, resulta práctico quitar cualquier astilla que se encuentre en el camino que recorren las persianas.

Sonido como un golpeteo

El ruido parecido a un golpe repetitivo suele aparecer justo cuando se empieza a subir la persiana. En este particular influye mucho si está en contacto con el sol durante todo el día. Y es que eso hace que varias partes de la persiana se dilaten, provocando un ruido fuerte cuando se intenta cambiarla de forma.

Este es un problema al que debe darse atención inmediata, de hecho es el aviso previo para una dificultad aún mayor. Si no se toman las medidas correctivas lo antes posible, entonces se corre el riesgo de perder por completo la persiana.

¿Cómo se soluciona? De al menos dos formas. Se pueden usar las manos para colocar la persiana en la posición correcta y así subirla sin problema alguno. Si prefieres una solución aún más avanzada, puedes obtener un rodillo de goma, con él se cumple la función de enderezar la persiana y hacerla subir de forma correcta.

Mantenimiento y lubricación de persianas

Si quieres evitar que la persiana haga ruidos, o que los que ya están empeoren, es necesario realizar un mantenimiento frecuente de todas las piezas. Especialmente ha de cuidarse que siempre se mantenga bien engrasada todas aquellas partes que participan al momento de subirla o bajarla. Veamos cómo realizar el proceso de engrasado en cada una de las piezas que lo requieren.

Mantenimiento y lubricación de persianas

Los rieles

Lo primero que debes hacer, es limpiar por completo las guías o rieles. Una vez hecho esto, hay que colocarles el lubricante en spray, preferiblemente. Por cierto, la recomendación es que se coloque el lubricante y se dejen pasar unos minutos antes de volver a usar la persiana.

El rodillo

Para colocarle grasa al rodillo es necesario realizar un trabajo más amplio. Lo primero es colocar la persiana en un lugar cómodo para trabajar. Esto hará más fácil que se pueda acceder a la zona del rodillo, la cual no está a la vista por completo.

Luego de tener el rodillo superior al alcance, es momento de colocar la grasa o aceite en los cojinetes, las poleas y cualquier otra parte que influya en los movimientos de la persiana y sus mecanismos. Después, se dejan pasar unos minutos para luego probar si funciona bien, y asegurarse de que trabaja sin ruido.

Debes tener siempre presente que, además de ser con la intención de engrasar, es también para limpiar a profundidad. Por eso, hay que asegurarse de limpiar bien todos los componentes, incluso aquellos que no requieren grasa.

La correa

Aunque la correa en sí no necesita lubricarse, hay muchos componentes con los que tiene contacto. Todos ellos deben engrasarse cada cierto tiempo. Y, tal como con los demás elementos, hay que limpiar bien todas las partes, incluyendo la correa.

Problemas más frecuentes en las persianas

Gracias a un buen mantenimiento, y la lubricación correcta, se puede disfrutar de un buen funcionamiento de las persianas. Pero siempre es bueno tener la información completa sobre los posibles problemas que se pueden presentar. Veamos cuales son los más comunes.

  1. Cuerda rota. Debido al uso frecuente, es posible que la cuerda se rompa. Sustituirla es la solución. Pero no hay que dejar que cualquier persona lo haga, porque es un trabajo profesional.

  1. Suben y bajan pero no por completo. Si este problema se presenta desde el principio, se trata de una falla en la instalación. Alguna de las piezas no está funcionando bien y eso causa la dificultad. Si no se corrige enseguida, difícilmente se podrá usar.

  1. Atasco. El problema en este caso es que las persianas si bajaban y subían y, de pronto, ya no lo hacen. La razón puede estar entre varias opciones. Quizás un elemento está atravesado en el recorrido, o el fleje se ha salido de su lugar, entre otras posibles opciones.

  1. Se baja en cualquier momento. Para que la persiana no se baje, hay un sujetador que toma la cinta al momento de subirla y la sostiene hasta que la persona decide bajarla. Pues bien, si ese sujetador no funciona, tampoco lo hará el resto del mecanismo. En este caso, solo se puede arreglar sustituyendo las piezas dañadas.

  1. Lamas rotas. Se trata de un problema que guarda relación con elementos externos. Por ejemplo, si una roca golpea con fuerza la persiana puede romper las lamas. La única manera de solucionar esta dificultad, y lograr seguir disfrutando de una excelente persiana, es reemplazando todas las dañadas.

Finalmente, queremos señalar que no todas las personas están en capacidad de instalar una persiana. Mucho menos de hacer reparaciones ante dificultades con su mecanismo o deterioro de piezas. Por tanto, lo mejor es que se contrate a profesionales que realmente puedan solventar la situación y reparar el daño de manera eficiente.

Compartir Artículo

ENTRADAS RELACIONADAS

Deja un comentario

Ir arriba