Algunas personas presentan molestia excesiva a los ruidos repetitivos y molestos. No es necesario que estos sonidos sean demasiado fuertes para causar incomodidad, incluso pueden ser ruidos que la población en general pasa por desapercibido. Sin embargo, para quienes presentan esta condición, pueden llegar a ser insoportables dependiendo de qué tan graves sean sus síntomas.
En la actualidad no existen muchos estudios dedicados a este problema, pero si se tiene una idea de qué trata y algunas posibles soluciones. Si crees que puedes padecer de esta condición, aquí tienes información sobre qué es la hipersensibilidad al ruido.
¿Qué es y qué causa la hipersensibilidad al Ruido?
La hipersensibilidad al ruido o también llamada “hiperacusia”, es un trastorno o enfermedad que causa la intolerancia a varios sonidos cotidianos que pasan a ser muy molestos para las personas que lo padecen. Hay quienes afirman que son acciones neuronales las cuales reciben un estímulo asociado a una experiencia auditiva incomoda.
A mayor edad este factor puede causar más incomodidad debido a problemas en la audición o perdida de la capacidad auditiva. También es considerado por algunos un problema resultante del trastorno obsesivo-compulsivo, pero aún no está registrado como tal.
La hipersensibilidad se exterioriza cuando hay una reacción rápida o incomoda a ciertos estímulos auditivos que para las demás personas son cotidianos y aceptables. Muchos individuos comienzan con este problema a partir del final de la infancia y esto puede terminar empeorando con el tiempo.
La hiperacusia suele tener distintos grados para manifestarse. Hay quienes encuentran incomodos algunos sonidos, pero pueden tolerarlos sin ningún problema mientras que, para un caso avanzado, hacer las compras en un supermercado puede ser un verdadero reto por el ruido generado por los carritos o cajas registradoras.
La sensibilidad al ruido no siempre viene sola, en ocasiones puede estar acompañada de un zumbido en el oído al escuchar ruidos muy incomodos. Este inconveniente llamado tinnitus es el responsable de zumbidos, siseos o timbres que pueden variar en intensidad y tono.
¿Qué síntomas indican la hiperacusia?
La hipersensibilidad al ruido tiene síntomas que pueden ser bastante graves si no se diagnostica y controla a su debido tiempo. Existen casos donde el simple roce de la tela es un detonante para generar dolor en la membrana timpánica, algo que imposibilita desarrollar cualquier trabajo con normalidad o relacionarse correctamente en el ámbito social.
La hiperacusia más común es la de tipo coclear y presenta síntomas como los siguientes:
Molestia por sonidos pequeños emitidos por otras personas tales como masticar, silbar o bostezar.
Estado de irritabilidad y ansiedad al escuchar sonidos o conversaciones en un volumen normal. Algo que puede afectar el desarrollo social del individuo.
Incomodidad a ruidos prolongados o repetitivos como el tictac de un reloj, hojas de un libro y aires acondicionados.
Malestar e incluso dolor al escuchar sonidos como aglomeración de personas, aspiradoras o el tráfico en avenidas concurridas.
Sensación de objetos extraños dentro del pabellón auricular o conducto auditivo externo.
Si los síntomas son graves pueden conllevar a un serio deterioro psicológico con episodios de ansiedad, ataques de pánico, estrés o depresión al no poder comunicarse y asimilar correctamente los estímulos sociales.
Ruidos producidos en el oído interno como palpitaciones, pitidos o zumbidos. Estos son denominados acúfenos y pueden presentarse en el oído interno o medio. El origen de estos sonidos debe ser identificado por un especialista para evitar diagnósticos incorrectos.
Existe otra variación de esta afección llamada hipersensibilidad vestibular, es llamada así debido a síntomas de mareo y trastornos del equilibrio que pueden presentarse súbitamente o no.
¿Qué es el síndrome de sensibilidad selectiva al Ruido?
Este síndrome se caracteriza por la extrema incomodidad a ciertos ruidos o sonidos, llegando a causar reacciones desfavorables o extremas como ira, miedo y ansiedad. Puede manifestarse a temprana edad e ir evolucionando con el pasar de los años, haciendo que los sonidos se vuelvan cada vez más incomodos.
Este síndrome, también llamado misofonía, es un trastorno que deriva en una respuesta exagerada del sistema nervioso a estímulos auditivos que tienen un volumen menor a una conversación normal. Hay diferentes niveles de misofonía, y pueden manifestarse desde una molestia considerable hasta un malestar exagerado que da lugar a ira, pánico y ansiedad.
La persona que padece de este problema intenta amortiguar cualquier sonido exterior con música en bajo volumen, evita las relaciones sociales y le incomoda estar en espacios como el trasporte público. En casos más graves, el paciente termina aislándose del mundo exterior para evitar escuchar cualquier ruido que le resulte incómodo.
Existen terapias cognitivas que ayudan a sobrellevar los ataques de pánicos causados por este problema, al igual que intentan analizar y comprender el comportamiento del individuo según su experiencia personal.
¿Qué es la intolerancia al Ruido por ansiedad?
Otro trastorno que puede derivar de la hipersensibilidad por el ruido son los episodios de ansiedad, manteniendo una actitud de miedo extremo a la posible exposición a sonidos que resulten molestos. Este problema puede afectar el correcto desempeño en la vida diaria de la persona y requiere sesiones de terapia y tratamiento en casos avanzados.
Los ruidos repentinos y fuertes pueden causar un episodio de ansiedad en la persona que lo padece. Algunos síntomas que pueden presentarse en etapas graves son mareos, palpitaciones del corazón aceleradas, sudoración, pánico ante la idea de un próximo sonido fuerte y cambios de humor repentino después del ruido.
Dependiendo de qué nivel de ansiedad por ruido padezca la persona, esto podría afectar sus relaciones sociales, entorno laboral y familiar. Este trastorno psicológico hace que actividades normales como inflar globos sean el foco de miedo y angustia al anticipar el sonido que puede hacer al explotar.
5 Consejos para las personas con Hipersensibilidad al Ruido
Este trastorno es difícil de sobrellevar si no hay un control adecuado en las actividades a realizar. Es necesario tener ciertas precauciones al momento de salir a la calle, permanecer en el hogar y relacionarse con las demás personas:
Decir lo que sientes: Las personas a tu alrededor pueden no comprender la situación y hacerse ideas equivocadas, lo mejor es explicar lo que conlleva tu condición envés de esconderlo o evadirlo. De esta manera puedes lograr que tus familiares y amigos ayuden a evitar ciertos ruidos molestos para ti.
Elimina en lo posible cualquier ruido molesto: En el hogar puede haber docenas de sonidos molestos como el tictac de un reloj u otras máquinas. Para crear un ambiente cómodo debes deshacerte de estos sonidos apagando los electrodomésticos que generan estos ruidos, por más pequeños que sean.
No centrarse en ruidos de fondo: Los ruidos del ambiente pueden resultar un problema si quieres desempeñar alguna actividad que requiere concentración o hablar con una persona. Intenta centrar tu atención lo más que puedas en lo que necesitas.
Anota los ruidos que más te molesten: Ciertos ruidos no afectan de la misma manera a cada persona. Uno de ellos es el sonido proveniente de un televisor mal sintonizado, para algunas personas puede resultar muy molesto, pero otras lo catalogan soportable. Hacer una lista ayuda a identificar los ruidos para que puedas deshacerte de ellos mejor.
Adaptarse gradualmente a los ruidos: Si esta condición interfiere con la vida cotidiana y hace difícil desenvolverse en entornos fuera del hogar, es necesario entrenar o acostumbrar el oído a ciertos ruidos. Lo mejor es hacerlo poco a poco y después aumentando los intervalos hasta superar la molestia.
Hasta la fecha no hay una cura exacta para esta condición, pero con las terapias y tratamientos necesarios es posible sobrellevar más la situación. La hipersensibilidad al ruido puede ser molesta, pero si sigues estos consejos puedes mejorar tu calidad de vida sintiéndote más cómodo con tu entorno.